sábado, 26 de noviembre de 2011

Sensaciones extremas

No exagero cuando así titulo esta notuela que da justificación a las fotos. Se trata del jengibre.
Dirán que para algunas comidas es adecuado su uso y que en cierto tipo de medicinas, también se lo utiliza. Lo que quieran. Pero como su sabor es realmente fuerte y hasta picante, ha de haber habido algún Señor, allá en la bruma de los tiempos, que sopesando el tallo del jengibre haya pensado que limitar su uso a la gastronomía y la medicina era de un egoísmo insufrible.

Por lo tanto, dicho señor -que como era habitual en esos tiempos, llevaba cuchillo en su cinto-, sentado sobre una roca seca de extraño basalto, sus codos apoyados en sus piernas abiertas, y sosteniendo una planta de jengibre entre sus manos... sintió la conmoción creativa y ¡zas! comenzó a tallar.
De esa talla, una vez concluida, surgió la utilidad que habría de darle a su obra. Por la forma no quedaba duda alguna de cuál sería el destino de dicha pieza escultórica rústica.
Así, pues, llegó a nuestros días esa práctica terrible que algunos Señores utilizan como castigo y, a la vez, placer estético y auditivo ya que aquellas que reciben tan artesanal adminículo en las zonas donde las membranas son hípersensibles, no pueden -y lo aseguro- reprimir los gritos y ruegos por el dolor que les produce el contener tal pieza en sus intimidades femeninas. Incluso, en la más secreta de todas ellas... también.

Como días atrás, en una charla con un amigo de FB, me preguntaba sobre esta cuestión del jengibre y su utilización en SM, busqué la mejor forma de ilustrar este texto en tanto la preparación de la picante planta. El resto, para actuarlo en vivo cada cual...




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